5 enseñanzas del Festival Internacional de Videopoesía REELpoetry
Muchas veces nos conformamos con leer poesía silenciosamente—si es que estamos leyéndola en primer lugar. La videopoesía, en cambio, empuja los límites de esta forma literaria a la vez que nos regresa a su esencia. Así que el Festival Internacional de Videopoesía REELpoetry 2025 (2025 REELpoetry International Poetry Film Festival) ofreció una oportunidad única para redescubrir y entrar más a la poesía. El festival híbrido tiene sede en Houston, TX y es organizado por Public Poetry. El programa de este año constaba de un evento presencial, cafés virtuales y contenido a demanda. El programa presencial y en línea duró aproximadamente dos semanas (del 31 de marzo al 12 de abril), mientras que el contenido a demanda estaba disponible hasta el 15 de mayo.
Los videos participantes fueron nacionales e internacionales, con 13 países representados. Además, el festival presentó a invitados especiales quienes organizaron distintas exhibiciones de video poemas. Estos segmentos fueron diversos, desde el “Video Jukebox” y “Screening Texas Poets” hasta el repaso de las obras de Motionpoems Inc. y una exploración de la estética neoprimitiva y underground de Matt Mullins. Mientras tanto, otros segmentos se centraron en el sonido o la filosofía; estos videos fueron seleccionados por Janet Lees (“Sound decisions”) y Mersolis Schöne de Moving Thought, respectivamente. Los espectadores también disfrutaron una selección de video poemas ganadores del Ó Bhéal Poetry Film Competition (Irlanda) y el Festival Fotogenia (México).
Cuando un poema salta de la página a la pantalla, las posibilidades son ilimitadas. Algunos poemas en video fueron creados por poeta-cineastas, mientras que otros fueron adaptaciones de poemas ya escritos. En lugar de enfocarse en los ganadores, esta entrada ofrece una visión general de los video poemas participantes y los que se presentaron en los varios segmentos. Después de reflexionar sobre mi experiencia como espectadora, identifiqué 5 enseñanzas principales. Debido a la cantidad de videos para elegir, los poetas de Texas y el evento presencial serán cubiertos en otra entrada. Se proveen enlaces a los video poemas cuando es posible; si no, el enlace los llevará a más información sobre el video. Por último, las traducciones de los títulos de los poemas son mías.
¡Espero que terminen sintiéndose inspirados y con algunos video poemas en la manga!
1) La videopoesía puede generar conciencia
Nos encontramos en una corte rusa en enero de 2024, desde aquí se desarrolla el video poema “09.01.berkovich,” dándole vida al discurso de Evgenia Berkovich, una dramaturga y directora de cine encarcelada. Escuchar su voz con dibujos de crayón como fondo crea un efecto que no puede ser replicado por una nota periodística. Otro ejemplo es “American Arithmetic” (“Aritmética americana”) de Natalie Diaz que subraya la brutalidad policial contra la gente indígena de los EE. UU. La recitación del poema está acompañada de audios y clips de personas, vigilias y reuniones comunitarias, los cuales refuerzan el impacto del mensaje. Mientras tanto, la poeta holandesa Sjaan Flikweert rompe el silencio sobre la violencia doméstica en “Unseen” (“Invisible”). Cada poema engancha y sumerge al espectador en la temática; no pueden simplemente cambiar la página o hacer scroll.
2) La videopoesía nos destapa
En “Drunk Daddy’s Girl” (“La niña del papá borracho”), de la poeta letona Madara Gruntmane, atravesamos un pantano y paisaje emocional lleno de dolor y trauma. El impacto del video poema va más allá de sus palabras e imágenes; es pura vulnerabilidad. En otros poemas, escuchamos los pensamientos de la voz poética mientras damos una vuelta por la noche (“Bridge,” o “Puente,” de Adam E. Stone) y una meditación sobre la herencia cultural, la familia y la precariedad (“How to Raise a Black Child,” o “Cómo criar a un niño negro,” de Cortney Lamar Charleston). Una proximidad sumamente humana existe por la duración de estos poemas. Sin embargo, a la conclusión del video, ¿cuándo sentiremos ese tipo de cercanía de nuevo?

3) ¡Comparte, comparte, comparte!
A veces un poema en video se relacionaba a un aspecto de mi vida y me sentí inspirada a compartirlo. “I Come from the Fire City” (“Vengo de la ciudad del fuego”) de Eve L. Ewing, por ejemplo, se combinó muy bien con un libro que apenas había leído para un club de lectura. Durante una conversación filosófica, mencioné el video poema “The Life We Live is not Life Itself” (“La vida que vivimos no es la vida misma”) del poeta griego Tasos Sagris. También compartí “Dance Beat” (“Ritmo de baile”) de POETAQ por su exploración del ritmo del japonés y el uso de grafiti del año 1334. Tal vez podemos usar video poemas como parte de nuestras conversaciones de día a día más a menudo.
4) La videopoesía puede ayudarnos a explorar nuestras historias personales
En “Broken Arabic” (“Árabe roto”), seguimos a Amal Kassir mientras camina por los escombros y explora su relación con el lenguaje, la guerra y el duelo. Está principalmente en inglés, pero Kassir incluye un poco de árabe, lo cual nos permite escuchar el lenguaje con el que batalla y por el que lucha. “How Much Filipino” (“Cuánto filipino”) de Greg Roensch también utiliza el bilingüismo, con inglés y tagalo, para explorar cuestiones de identidad y de cultura. “Rosa” (dirigido por Jannik Ohlendieck) es un video poema en español que se centra en una abuela mexicana y sus reflexiones sobre la vida. Es una bella combinación del pasado, presente y futuro, mientras está rodeada por sus nietos.

5) Hay más de una manera para acercarse a un video poema
“Umbral Cloak” (“Capa umbral”), dirigido por Cade Savage Schwartz, nos presenta a un escalador que pasa por una metamorfosis. Estaba impresionada por el poder narrativo de sus clips silenciosos—antes de darme cuenta de que lo tenía en mute. De todos modos, la experiencia me enseñó que puedes jugar con la forma en que interactúas con un video poema. Otro ejemplo es “Museum Underwater” (“Museo bajo el agua”) de Angie Siveria que está en ucraniano con subtítulos en inglés. Aun así, pude sentir las olas de agua y emociones antes de que pudiera entender las palabras. Como sucede con leer poesía, rara vez sientes el impacto total con una sola lectura. Por último, “Monster Movie” (“Película de monstruos”) de Matt Mullins es una exploración cautivadora de la hombría, la monstruosidad y la sociedad. Su uso de sonidos y arreglos en pantalla invitan al espectador a verlo de varias maneras.
¡Enamórate de la videopoesía!
Este breve resumen casi araña la superficie del Festival Internacional de Videopoesía REELpoetry 2025. Los video poemas fueron diversos en términos de sus métodos, estilos y temas; sin embargo, todos buscaban conjurar emociones e historias para el espectador. Con más de 100 video poemas, había la misma cantidad de oportunidades para aprender, conectar, compartir, explorar y experimentar. Espero con ansias poder ver más video poemas en el futuro, sean de los mismos participantes o de los que se presentarán en el próximo festival. Como poeta, me sentí inspirada, renovada y conmovida por los poemas en video. Así que, llevaré estas enseñanzas conmigo en mi viaje creativo. Ya para la próxima entrada: ¡poetas de Texas y el evento presencial!
